Epifanik 1
- Ieni Poetas Epifanías
- 21 ago 2019
- 4 Min. de lectura
I. LLEGAR A BARAJAS
madrid/veran0/2o19
Vuelo 14558. cientes de humanes encintades en una vetusta nave de aerolíneas nos sumergimos en los cielos. desde las ventanillas, si la pesada ala no cubre toda tu visión, es posible ver como el planeta tierra es paramo de campos de cultivos regados por el llanto d osos y pumas. viajamos empujados con combustible de shell q alimenta los tanques d este pájaro cansado, sueño d una industria nacional q olvida q también soñó con yacimientos petrolíferos fiscales. A las pumas naides las recuerda.
Una azafata de tradicional peinado tirante como pa q no vuele ni un pelo en el sanguich hiper embolsado q t brindan abrazado a un monton de cocacola, anuncio nuestro aterrizaje en barajas.
Penetramos en un gran mazo de cartas, q, según me contó una gitana boca, al moverse, por fuerza simpatik, reacomodan las fuerzas del cosmos. mezclar las cartas, como sucede con los ingredientes de un bizcochuelo, es ciencia sagrada en la q fui iniciada por mi austuriana bisabuela.
En cada cm del océano q atravesamos, se nos volaban los billetes. la moneda nacional, con un perridente de la más mórbida comedia, es hecha trizas una vez más en nuestra cruenta historia. mientras, insuflamos aquella escenas con enojos inertes y credibilidad inaudita. Absorbidas por aquella nave, dejamos una nación encadenada a las ilusiones de ser primer mundo, d consumir en grandes porciones amparados por el aura de la dólar. queremos regalarles a bastonazos el titulo de terceros a otros países, claramente más negros q el bendito donde creemos haber nacido.
Traje a españa, una pequeña valija roja con un espejito dentro, lo usaba poco en mi infancia xq no me depilaba cejas ni bigotes, ni me maquillaba, ni tenía granos pa reventar. Es plegable, está decorado con la imagen de una doncella y casi sin uso, espero poder trocarlo por brillante metal. también traje poesías y sahumos pa regalar con antojo. También traje quitapesadillas y quitapenas, cartas d picachu y figuritas del mundial de la Copa América, pelotitas, dijes, cantimploras y galletas, junto a otros montón d objetos d suerte q me entregaron amores en mis vidas, con una dulzura q alivia como miel a una garganta en invierno.
malena, me ofreció un manojo de dos llaves y ocupar su departamento en el centro de la ciudad madrileña, al frente de una plaza con ferias de flores. " deja q el milagro entre", fueron las palabras q me entregó la visionaria con su aliento a tarot.
en la ciudad conocí castillos medievales y no me caí en sus fosos. me debatí entre ir al museo de jamon o del prado. fui a la pileta pública pa lavarme el calor de estos días. Dentro del agua flotaban caricias entre varones, barbados y gordos o jóvenes d labrada musculatura, flotaban tetas sueltas al sol y una montaña de palabras hechas de lenguas distintas, cosidas en sopa universal.
A la pileta municipal a la q acceden por 1 euro quienes están d paro (salvo sábados y domingos), rodeada de pasto sintético, llegaron unos pajarillos de cola bien negra. Mientras les miraba escuché esta conversación entre una madre y su hijo d 12 años q leía un libro d historias d terror:
H. Que es mórbido?
M. Que te regodeas en algo...
H. Acá dice "con el mórbido deseo d querer saber el dia de tu muerte"
M. Mórbido.... bueno q te regodeas en algo que..... no es del todo bueno
H. Venga, pa mi no tiene nada d malo querer saber la fecha d tu muerte
M. Sabes? Yo creo q se mi fecha
H. Cual?
M. Cuando tenga 75 años
Llega otro hijo más pequeño y les dice : aburridos, vengan al agua!
El hijo lector se coloca las antiparras y se va a la pileta.
La historia de mayrit, según la nombraron los árabes q la fundaron en el siglo 9, pa contener avances cristianos y rebeliones d toledo, según narran las vitrinas y pantallas táctiles de sus museos, empieza con el colmillo d un mamut, luego sigue con el percutor de piedra, luego los unguentarios romanos, las espadas visigodas, la muralla del Alcázar, luego del cristiano castillo y luego de la corte y sus iglesias. Mil años cercada… hoy quedan las puertas monumentales q aprietan sus calles.
D La Virgen de la Paloma me hice fiel devota luego d q en su procesión los bomberos en una grúa lanzaran milagrosos pétalos de rosas y espuma loca sobe las puertas de Toledo. Devota más me hice cuando ví la imagen de la Virgen bendiciendo los cócteles d los entusiastas fieles y claro, cuando lanzaron las palomas desde los balcones con mantones.
En Madrid, me perdí en los laberintos de jardines de palacios y en diminutas callejuelas sin salida alguna. aunque aquí extraviarse a solas por las calles nocturnas es un placer q solo se compara a las porciones de caracoles, es preciso un andar q repela d cuajo el insoportable acecho masculino cuando una mujer viaja sola, con el pelo apenas amarrado en un sombrero wichi.
en viaje abierto y a puro trueque, sigo las opciones que leo en una página de libro que abro al azar, o las marcas de una canción q llega por la ventana desde la plaza, sigo una conversación ajena q cae sobre mis corazones, un leyenda q rueda hasta mis pies. En una noche oscura bajo el resplandor del cartel de un carrefur 24 hs, consulté la oráculo en las epifanías de Walter. Sus palabras lanzaron azares, misterios, sorteos propios y perezas, todas ellas desplegadas en un mantel, ofrecidos a les transeúntes que desfilan por un pasillo estrecho atiborrado y conmovido, tan propio de esta ciudad. Aquí los manteles se cierran con tiras atadas en cada una de sus puntas, transformándose en bolsas llenas de mercaderías q hombres d pieles oscuras cargan sobres sus hombros cuando la oscuridad de la noche les vuelve invisibles.
hice mi propio sorteo y triunfó el papelito q mandaba deplegar mi pereza en las calles de madrid. aqui, los corrales de comedia son bien bonitos. puedes reirte mientras bebes una rica sangria.
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