El abuelo creció a la vera
- Ieni Poetas Epifanías
- 13 sept 2019
- 2 Min. de lectura
Atardece en garrucha.
Las lluvias están recién caídas.
Hay un remolino d corrientes d aire frío y caliente q chocan cada septiembre en el levante y traen las tormentas .
Un senegalés _creo_ , con traje d fútbol naranja y música arabepoprap, trota en la vera.
Los pescaicos le dan nombre a los bares y restaurantes d la zona donde les ingleses mayores disfrutan, junto a una moratoba (como caratulo a mis cuerpas).
Vivo abajo d un campanario. En la home d Heather, a quien le doy clases d español con poesías q inventamos mientras ella me enseña su inglés Australiano.
Un barco gigante enciende cientos d lamparitas de luz. Cerca se levanta la torre pa frenar la pirateria morisca . Desde el puerto se exportó plomo , ahora se saca sílex, pescados y turismos.
Por acá nació el abuelo Juan Ignacio Garrido. Según me contó su prima Antonia d 98 años a puro marcapaso y hueso, antes de salir para argentina la familia d mí abuelo criaba cerdos y no pasaba miserias.
Las primas, con su hijo "no tonto más bien subnormal", según me explicaron sus parientes, viven en la calle Isabel la Católica, al lado d Juan el gitano q me vendió un pantalón d lino en roquetas del mar .
Atardece en garrucha y en medio de la tormenta los barcos zarpan, otros encallan, algunos se hunden junto al sueño d una España q les acoja.
Los helados de jijonera son para amar.
En nuestra visita al templo budista tibetano cerca d Bédar, Luis me dijo q no viaje tanto y q ofrezca lo q busco. Me prestó su campera xq allí arriba los vientos sonaban fuerte. Tb nos convido el té con bollería q más disfrute en mis vidas.
A los pueblos blancos enclavados en las montañas con pastores, los conocen como los secretos de Almería. Paca, casada con un tío abuelo, me prestó un libro q los devela con exquisita pluma y cuyas palabras primeras son: recomiendo al respetable lector lo abra con cariño, lo lea con sosiego, con el pensamiento en alto, el corazón preparado para las más grandes sorpresas y el alma abierta a las páginas que pasará pausadamente y con avidez.

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